No os vamos a contar nada nuevo, si os decimos que las ventajas del aprendizaje experiencial son múltiples. Poder experimentar en entornos reales, aunque sean simulados, facilita la adquisición de conocimientos y habilidades de manera mucho más rápida y divertida que en un proceso de aprendizaje enmarcado en la educación formal. Es por ello por lo que aplicar el Learning by doing en entornos de aprendizaje supone un importante paso en la creación de nuevos espacios de adquisición de competencias.